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viernes, 24 de septiembre de 2010
OVIEDO-0 MIRANDES-1
Magnífica victoria del Mirandés en un terreno de juego siempre complicado como es el Carlos Tartiere de Oviedo. El conjunto rojillo, al igual que hace dos jornadas en Eibar, sacó máximo rendimiento a balón parado, ya que Jony, consiguió en un magnífico disparo de falta el único tanto del partido.
El equipo salió muy bien posicionado, con las ideas muy claras, y sabiendo en todo momento cual era su papel. El cuadro carbayón trataba de dominar, pero la encomiable labor de todos los jugadores rojillos impedía tal intento, y sobre todo, cualquier acercamiento a los dominios de Wilfred.
Las mejores ocasiones, en la primera mitad, caían del lado rojillo. Borda tuvo la suya tras un saque de esquina, y, poco después fue Haritz Mújika quien lo intentaba pero el meta, Aulestia, impedía que los de Miranda se fueran al vestuario con ventaja en el marcador.
En la reanudación el Oviedo trató de sacar sus garras, y los primeros minutos intentó poner cerco al área mirandisista, pero, nuevamente, la seriedad de la zaga visitante hizo el resto.
Cuando se llevaba un cuarto de hora de la segunda mitad llegó la jugada clave del partido. Lambarri logra zafarse de su par, y es agarrado al borde del área. Tras las protestas del jugador rojillo, por entender que el agarrón se había producido dentro del área, la peligrosa falta es sacada con maestría por Jony que aloja el cuero en el fondo de las mallas.
El tanto fue un mazazo para el Oviedo, quien lo intentó todo con más corazón que cabeza, y con una notoria ansiedad, lo que facilitó las cosas para la zaga rojilla. El equipo de Pouso se encontró muy cómodo hasta el final, soportanto bien las acometidas ovetenses y tratando de salir al contragolpe.
Y aún pudo aumentar su ventaja en el marcador. Pablo, a falta de cinco minutos, tuvo su ocasión en un mano a mano que no acertó a definir. Y poco después, el mismo jugador lanzó una espectacular vaselina sobre el meta asturiano, que fue repelida por la madera.
Con esta victoria, el equipo rojillo regresa a los puestos de play-off, algo testimonial y anecdótico a estas alturas de temporada, pero que refleja de manera clara y objetiva el buen inicio de temporada de los pupilos de Carlos Pouso.
El equipo salió muy bien posicionado, con las ideas muy claras, y sabiendo en todo momento cual era su papel. El cuadro carbayón trataba de dominar, pero la encomiable labor de todos los jugadores rojillos impedía tal intento, y sobre todo, cualquier acercamiento a los dominios de Wilfred.
Las mejores ocasiones, en la primera mitad, caían del lado rojillo. Borda tuvo la suya tras un saque de esquina, y, poco después fue Haritz Mújika quien lo intentaba pero el meta, Aulestia, impedía que los de Miranda se fueran al vestuario con ventaja en el marcador.
En la reanudación el Oviedo trató de sacar sus garras, y los primeros minutos intentó poner cerco al área mirandisista, pero, nuevamente, la seriedad de la zaga visitante hizo el resto.
Cuando se llevaba un cuarto de hora de la segunda mitad llegó la jugada clave del partido. Lambarri logra zafarse de su par, y es agarrado al borde del área. Tras las protestas del jugador rojillo, por entender que el agarrón se había producido dentro del área, la peligrosa falta es sacada con maestría por Jony que aloja el cuero en el fondo de las mallas.
El tanto fue un mazazo para el Oviedo, quien lo intentó todo con más corazón que cabeza, y con una notoria ansiedad, lo que facilitó las cosas para la zaga rojilla. El equipo de Pouso se encontró muy cómodo hasta el final, soportanto bien las acometidas ovetenses y tratando de salir al contragolpe.
Y aún pudo aumentar su ventaja en el marcador. Pablo, a falta de cinco minutos, tuvo su ocasión en un mano a mano que no acertó a definir. Y poco después, el mismo jugador lanzó una espectacular vaselina sobre el meta asturiano, que fue repelida por la madera.
Con esta victoria, el equipo rojillo regresa a los puestos de play-off, algo testimonial y anecdótico a estas alturas de temporada, pero que refleja de manera clara y objetiva el buen inicio de temporada de los pupilos de Carlos Pouso.
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